TENTEN-VILU Y CAICAI-VILU
Hace muchísimos años la Isla Grande de Chiloé, y todo el enjambre de islas que
le rodean, formaban un solo cuerpo con el Continente Americano.
Sin embargo, un día apareció repentinamente la Diosa de las Aguas Coicoi-vilu
(de Co: agua y vilu: culebra) con la intención de destruir todo lo que hubiera sobre
la tierra.
Obedeciendo a sus mandatos, las aguas comenzaron a elevarse inundando valles
y cerros, y sepultando a sus horrorizados habitantes en las profundidades del mar.
Cuando todo parecía perdido, hizo su aparición la Diosa de la Tierra, Tentén-vilu
(de Ten: tierra y vilu: culebra). Tentén-vilu comenzó a luchar contra su enemiga, a
la vez que elevaba las tierras inundadas y protegía a sus habitantes, ayudándolos
a subir a las partes más altas, transformándolos en pájaros, o dotándolos del
poder de volar.
La batalla duró mucho, finalmente Tentén-vilu venció parcialmente a Coicoi-Vilú,
pues a pesar de que esta última se retiró, las aguas nunca regresaron a sus
límites originales.
Como consecuencia de toda esta lucha, los valles, cerros y cordilleras que antes
formaban la zona, quedaron transformados en un archipiélago de inigualable
belleza, que es lo que hoy conocemos con el nombre de Archipiélago de Chiloé.
SE DEBE EDITAR, QUEDÓ AL LOTE, MANEJAR HERRAMIENTAS DE EDICIÓN.
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